viernes, 15 de febrero de 2013

BENEFICIOS DE LA CASTRACIÓN TEMPRANA




Al tener a nuestra mascota, en algún momento, ya sea de manera fortuita o  por casualidad, se nos ha planteado la pregunta: “¿vas a castrar a tu mascota?”. Y en la mayoría de los casos no hemos sido capaces de contestar de manera taxativa, o simplemente hemos respondido con cara despistada: “sinceramente, no lo sé”.
Vamos a hablar en este artículo de los pros y los contras de la castración de machos y hembras tanto de cánidos como de felinos. 

Machos: la cirugía de esterilización consiste en la extirpación de las gónadas masculinas (testículos), dejando al animal sin hormonas masculinas (testosterona) ni espermatozoides. 

            Beneficios:       En los machos con problemas de agresividad por dominancia, es una parte muy importante de su tratamiento. 

                                   En casos de hiperplasia prostática benigna, se puede utilizar tanto de forma preventiva como curativa. Ésto no es aplicable en casos de quistes o tumores prostáticos.

                                   Se reduce considerablemente la probabilidad de aparición de hernia perineal.  

                                   Disminuye el estrés en los perros que huelen perras en celo en las proximidades. 

                                   Evitar tumores en aquellos animales con testículos criptórquidos. En este caso, no solamente es recomendable extirpar el testículo retenido, sino también el que está en escroto, para evitar que pueda tener descendencia, ya que es una patología hereditaria.

                                   En gatos, es importante destacar que el 95% deja de marcar con orina su territorio, y dejan de salir a la calle para buscar hembras, algo muy importante en los gatos que viven en pisos. 

            Perjuicios:    Puede aumentar la predisposición a sobrepeso, debido a una desaceleración de su metabolismo. Se evita con un control de su alimentación y del ejercicio.

                                   En algunas razas de gato, puede aumentar la predisposición a sufrir urolitiasis y cálculos vesicales (piedras en uretra y/o vejiga).


Hembras: la cirugía consiste, en la mayoría de los casos en una ovariohisterectomía, es decir, extirpar tanto ovarios como útero. Con ello conseguimos anular la secreción de hormonas femeninas, y retiramos útero, ya que sin ovarios, es una estructura inservible, que lo único que puede dar es problemas de quistes o tumores. 

            Beneficios:   Desaparecen los celos, y todo lo que ello conlleva: montas y gestaciones no deseadas, atracción de machos, sangrado vulvar, etc.

                                   Desaparecen las seudogestaciones: si no hay celos, no hay embarazos psicológicos.

                                   Cuando la esterilización se realiza antes del primer celo, se evita casi en un 100%  la aparición de tumores de mama. Este porcentaje disminuye hasta el 85%  cuando se realiza entre el primer y segundo celo. Después del segundo celo, no habría ninguna correlación entre la esterilización y la aparición de tumores de mama.

                                   Es importante la castración temprana en las gatas, para evitar celos muy sonoros y escandalosos, y evitar tumores de mama, que tienen un alto porcentaje de malignidad (90%) en esta especie.

                                   Al extirpar el útero, se evita una patología muy frecuente y grave, que es la piometra o infección de útero. Suele ser muy frecuente a partir de los 7 años de edad, y suele necesitar de cirugía urgente para solucionarla. 

            Perjuicios:    En algunos casos pueden aparecer hembras con incontinencia urinaria. Ésto se debe a que los estrógenos controlan y mantienen el tono del esfínter uretral interno de la vejiga, que controla la salida de orina. Cuando esta hormona disminuye su concentración en sangre, este esfínter puede sufrir una disminución en su tono, lo que facilitaría la pérdida incontrolada de orina.

                                   Obesidad: igual que en el macho, la ralentización del metabolismo puede dar lugar a aumento de peso. Se controlaría con ejercicio y racionamiento de alimentación. 

                                   Contraindicado en hembras con agresividad por dominancia: en una hembra con este tipo de agresividad, hay una alta concentración de testosterona (aunque sea hormona masculina, se produce también en las hembras), y los estrógenos antagonizan en cierta manera el efecto de la testosterona. Si a esta perra la castrásemos, desaparecerían las hormonas femeninas, y se acentuaría el efecto de las hormonas masculinas, con lo que la agresividad también se nos agravaría.

Existen en la calle ciertas “leyendas urbanas”: que las hembras deben tener una camada al menos para que no les salgan tumores de mama, que cuando se castran a los perros/as les cambia el carácter, que no es bueno castrarlos antes del primer celo porque si no no se desarrollan totalmente, etc. Nada de esto es cierto. Lo único ligeramente posible es que como hemos visto sí puede haber ralentización de metabolismo, pero que se controlaría con restricción de dieta y ejercicio. 


Como conclusión podemos afirmar que tanto en machos como en hembras, es muy recomendable la castración, sobre todo temprana, por sus innumerables beneficios, y pocos aspectos en contra que tiene.